«De la misma forma que tenemos juzgados de violencia sobre la mujer, los niños necesitan fiscales y jueces especializados y sensibilizados. No es lo mismo interrogar a una persona de 50 años que a un niño de 5. La prueba preconstituida, incluida en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, es un procedimiento desconocido por muchos magistrados. Permite que un equipo psicosocial hable con el menor y que no sea interrogado como un adulto»